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Mostrando entradas de diciembre, 2016

Bernardino Caballero y los latigazos de "El Látigo"

           "Esperanzas de la Patria entre las manos de los "doctores" Caballero y Escobar"              Casi un año antes de culminar el periodo constitucional del Gral. Bernardino Caballero, el 9 de agosto de 1885 apareció el periódico El Látigo , semanario -cuyo lema era Más que insípidos bonos, prefiero cien mil abonos-, que demostró una abierta crítica al gobierno de Caballero y a la influencia de éste sobre su sucesor Patricio Escobar. Narra la historiadora González de Bosio que este semanario se caracterizaba por publicar caricaturas del Gral. Caballero y otros políticos con la aprobación de los mismos, pero que existen hechos que revelan una cierta represión sufrida por El Látigo (González de Bosio, 2008, p.123).             Este periódico se publicó bajo la dirección de su propietario Plácido Casaús, quien con anterioridad había dirigido otro semanario, cuyo nombre era La Verdad Autógrafa. En el primer número de El Látigo, del 9 de agosto de

Entre la memoria y el olvido. Una breve historia de los guaraníes.

Antes de los intrusos             Al producirse el descubrimiento del continente americano por parte de los europeos y con la consiguiente conquista y colonización, este extenso continente estaba poblado por numerosos pueblos indígenas con culturas bien diferenciadas unas de otras, destacándose algunos pueblos con avanzado grado de civilización y otros, con culturas paleolíticas y neolíticas.             En la zona que actualmente corresponde a la Región Oriental de nuestro país y regiones aledañas vivían los guaraníes, un pueblo numeroso dividido en varias parcialidades pero unido por una misma lengua.             En ese aspecto, señala el antropólogo Melià que “(…) La hipótesis de una población de 1.500.000 y hasta 2.000.000 (dos millones) de personas, aunque parezca maximalista para quienes suponen que una selva tropical ofrece escasos recursos para sustentar tamaña cantidad, tiene, sin embargo, bases serias en la documentación disponible. (…)” (Melià, 2010, p.13)