Relaciones diplomáticas entre el Paraguay y el Brasil desde la independencia hasta el gobierno de Don Carlos A. López (1811-1862) (Parte II)
¿Cómo fueron las relaciones diplomáticas entre el Paraguay y el Brasil en los primeros años de la era independiente? ¿Qué hechos condicionaron las mismas en esos años? ¿Cuáles fueron los intereses políticos y económicos que han determinado el carácter de las cuestiones diplomáticas entre los dos países? Estas y otras preguntas se intentarán responder en este ensayo elaborado por el Lic. Jorge Contrera, Profesor Asistente de Historia Americana Colonial e Independiente de la Facultad de Filosofía de la UNE. Aquí la segunda parte del trabajo publicado en la Revista Científica El Búho Nº 2 del año 2014.
Bibliografía básica
1. ARECES, N. y GONZÁLEZ DE BOSIO, B. El Paraguay durante los gobiernos de Francia y de los López. Editorial El Lector, Asunción, 2010.
2. BENÍTEZ, A. et al. La Historia del Paraguay I. Editorial AZETA S.A., Asunción, 2000.
3. GUERRA VILABOY, S. Paraguay: De la Independencia a la dominación imperialista 1811-1870. Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1984.
4. SCAVONE YEGROS, R. y BREZZO, L. Historia de las Relaciones Internacionales del Paraguay. Editorial El Lector, Asunción, 2010.
Las relaciones diplomáticas durante la dictadura del Doctor Francia
En el Tercer Congreso Nacional (1814) se estableció un gobierno unipersonal y en el Cuarto Congreso (1816) se instauró la Dictadura Perpetua, concentrándose todos los poderes en la figura del Doctor Francia hasta su muerte del 20 de setiembre de 1840. La ideología francista era la preservación del territorio nacional heredado de la colonia, lograr la libre navegación de los ríos y mantener la independencia nacional, amenazada por las pretensiones de Buenos Aires y los portugueses del Brasil.
Aún así, el comercio con los portugueses se realizaba por Fuerte Borbón y Concepción, en los primeros años de la dictadura francista no sufrió interrupción. Sin embargo, en 1818 los portugueses aumentaron su presencia en Coimbra, considerado por Doctor Francia -así como Alburquerque-, como posesiones paraguayas, este hecho significó el quiebre de toda relación comercial. Al año siguiente, como los portugueses continuaron con su actitud (auxilio a los indios para sus incursiones en el territorio paraguayo), el Doctor Francia decidió prohibir todo tráfico comercial por el Mato Grosso, la frontera norte se mantuvo cerrada casi por completo hasta la muerte del dictador. En 1820, los portugueses seguían considerando al Paraguay como una provincia española. (Areces y González, 2010, p. 23).
El aislamiento del Paraguay no fue total, porque en 1823 el Doctor Francia reabrió el Puerto de Itapúa, única salida y entrada de todo el comercio con el exterior, la misma estaba totalmente controlada por el Estado. Por el puerto fluvial se realizaba todo el comercio con Brasil (independiente en 1822), a finales de la dictadura se autorizó también el tráfico por Montevideo, únicos puntos con los cuales se podía comerciar ante la hostilidad constante de Buenos Aires. (Guerra Vilaboy, 1984, pp. 77-78). Se produce un giro político por parte de Paraguay, que opta seguir comercializando con el país recién independizado y evitar cualquier enlace con Buenos Aires, a diferencia de los primeros años de la independencia.
El primer intento de acercamiento oficial del Imperio del Brasil con el Paraguay se produjo en 1825 con Antonio Manuel Correa da Cámara, designado cónsul comercial en Asunción, tenía como propósito principal obtener el compromiso de neutralidad del Paraguay en caso de una guerra entre Brasil y las Provincias Unidas del Río de la Plata por la cuestión de la Banda Oriental (Uruguay), anexada por los brasileños con el nombre de Provincia Cisplatina. En Asunción, Correa da Cámara recibió las quejas del Doctor Francia respecto a las incursiones brasileñas en el norte y por el apoyo dado a los indios para hacer lo mismo en el territorio paraguayo. El emisario retornó al Brasil con las reclamaciones del Doctor Francia pero el gobierno imperial se mantuvo indiferente ante las mismas.
Correa da Cámara realizó un segundo viaje en 1827 para reanudar las negociaciones con el Doctor Francia; sin embargo, quedó retenido en Itapúa y no pudo llegar a Asunción porque el dictador consideraba que no existía “sinceridad y buena fe” en la misión de Correa. Desde Itapúa, Correa informó a sus superiores que “Tiene el Dictador las más vehementes sospechas de que el Imperio se alíe por un Tratado de Alianza ofensivo-defensivo con Buenos Aires” (Areces y González, 2010, p. 24).
Al término del conflicto entre Brasil y las Provincias Unidas del Río de la Plata y la independencia uruguaya, el interés brasileño por entablar relaciones diplomáticas con el Paraguay disminuyó considerablemente, aunque el comercio siguió realizándose entre Itapúa y San Borja. A la muerte del Dr. Francia el 20 de setiembre de 1840, el país quedó con la independencia consolidada en el interior, pero no reconocida por los otros Estados. (continuará).
*Próxima entrega: El reconocimiento de la independencia paraguaya como estrategia política brasileña. Las relaciones diplomáticas durante los primeros años del gobierno de Don Carlos.
1. ARECES, N. y GONZÁLEZ DE BOSIO, B. El Paraguay durante los gobiernos de Francia y de los López. Editorial El Lector, Asunción, 2010.
2. BENÍTEZ, A. et al. La Historia del Paraguay I. Editorial AZETA S.A., Asunción, 2000.
3. GUERRA VILABOY, S. Paraguay: De la Independencia a la dominación imperialista 1811-1870. Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1984.
4. SCAVONE YEGROS, R. y BREZZO, L. Historia de las Relaciones Internacionales del Paraguay. Editorial El Lector, Asunción, 2010.
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