“Yo, Gastón Gadin, habiendo planeado el asesinato de mis padres…” Un caso
de parricidio del siglo XX en Villa Morra, Paraguay[i]
Por Jorge D. Contrera (*)
“Los juicios mediáticos o paralelos se han transformado
con el correr de los años en un verdadero peligro para la sociedad, restando de
esta manera independencia al órgano constitucionalmente creado para impartir
justicia.” (Gastón
Gadin. El último fusilado)
Existen acontecimientos particulares
que por su gravedad, rareza o impacto causado quedan grabados en el imaginario
colectivo de una sociedad; hechos que con sus mutaciones propias se transmiten de generación en generación y que
se convierten en cuasi-leyendas, plagadas de apreciaciones subjetivas que se
fueron adhiriendo al relato con el paso del tiempo. El caso Gastón Gadin puede
incluirse dentro de esa gama de sucesos que causaron pavor a la sociedad
paraguaya de principios del siglo XX. Por ello, ha entrado a formar parte de su
tradición oral y ha sido representado en teatros, radionovelas, canciones, etc.
Sin embargo, escritos historiográficos sobre dicho evento fueron prácticamente
nulos, quedando a merced de la oralidad su conocimiento. Este vacío viene a
llenarse en parte con la oportuna obra que Juan Marcos González García y Atilio
Fernández Celauro[1] realizaron sobre aquel
parricidio, a casi cien años del desenlace del caso.
Portada del libro |
El libro publicado por González y Fernández es producto
de un trabajo minucioso sobre un macabro acontecimiento ocurrido el 26 de julio
de 1915: el asesinato del matrimonio Gadin-Lacour en la localidad de Villa
Morra. El suceso no sólo impactó a la sociedad asuncena por la cruel forma cruel
en la que fue ultimada la pareja de franceses, sino porque el autor moral resultó
ser el propio hijo del matrimonio: Edmundo Nicolás Gadin Lacour, más conocido
como Gastón Gadin. Luego de un largo proceso judicial, tanto él como el autor
material del crimen fueron condenados a la pena capital a principios de
diciembre de 1917. En ese sentido, la intención de la obra según los propios
autores fue la de resaltar que Gadin fue condenado a muerte de forma ilegal,
además de desmitificar las historias que se fueron tejiendo alrededor suyo.
Para lograr su cometido, los autores realizaron una meticulosa
investigación teniendo como base de buena parte de la obra el expediente del
Proceso Nº1.117 que fue hallado en el 2008 en los Archivos de los Tribunales de
Asunción[2]. Además,
echaron manos a una voluminosa bibliografía, legislaciones y publicaciones
periodísticas de la época, que permiten tener un panorama bastante completo del
luctuoso hecho. La obra está estructurada en ocho capítulos. Los primeros cinco
abarcan: la llegada de la familia Gadin-Lacour al Paraguay, la descripción del
crimen, el juicio propiamente dicho, un apartado sobre la edad de Gadin y el fusilamiento. En el sexto capítulo se
realiza un rastreo descriptivo sobre la pena de muerte en Paraguay, el
penúltimo capítulo trata sobre la opinión pública en el caso Gadin y el último,
sobre la sucesión de los bienes de la familia Gadin luego del fusilamiento.
Gastón Gadín (Revista Caras y Caretas) |
Como se ha señalado, el propósito principal de la obra de
González y Fernández fue la de resaltar la ilegalidad del fusilamiento de
Gadin, pero también se pueden distinguir por lo menos otras dos ideas motrices:
las debilidades del sistema judicial de principios del siglo XX y la enorme
presión social y mediática ejercida sobre el juicio, que lo convirtió en un
“juicio mediático” (p.220). La primera idea, al igual que la última puede
encontrarse siguiendo la línea interpretativa de los autores, mientras que la
intermedia, es una interpretación particular de quien suscribe. ¿En qué se
sostienen dichas premisas? Intentaremos explicarlas con el análisis de la obra.
En primer lugar, la obra describe que el matrimonio
Gadin-Lacour llegó al Paraguay en 1912 y se asentó en Villa Morra, con ellos
venían Gastón y Lorenza, sus hijos. Al parecer, las relaciones entre Gastón y
su padre no fueron de las mejores, a tal punto que el joven francés llevaba más
una vida de un peón de la quinta que la de un hijo de un acaudalado. Las
relaciones se deterioraron incluso más cuando Gastón se enamoró de una joven
humilde[3], pariente
de un peón de la quinta. Dicha relación amorosa no fue bien vista por sus
padres, por lo que la misma se convirtió en una obsesión para el futuro
parricida. Ante esta situación, llegó a idear el asesinato de sus padres[4],
recurriendo para el efecto a un ex-peón de la quinta y amigo suyo[5].
El crimen se efectuó en la noche del 26 de julio de 1915. Luego de asesinar a
hachazos a los esposos, los autores prendieron fuego a la habitación con el
propósito de quemar evidencias del doble asesinato. Sin embargo, pocas horas
más tarde, la policía ataría cabos y terminaría apresando a los responsables.
Estos eventos se hallan descritos en los dos primeros capítulos de la obra.
Cipriano León (Revista Caras y Caretas) |
Ahora bien, para sostener el carácter ilegal del
fusilamiento de Gadin, es crucial lo desplegado en los capítulos tres y cuatro
de la obra. El tercer apartado, titulado “El juicio”, se inicia con un rastreo
del sistema judicial imperante en ese entonces en el Paraguay, destacando la
vigencia del cuerpo legal confeccionado por Teodosio González, el primer
codificador nacional. Las leyes vigentes concebían el parricidio como un delito
que se pagaba con la pena de muerte[6],
que se suplía con treinta años de penitenciaría en caso de que el condenado sea
menor de edad[7]. Éste era el caso de
Gastón Gadin.
Sin embargo, se deduce que la edad del parricida se
convirtió en un tema engorroso durante el proceso judicial, puesto que si bien fue
reconocida su minoría de edad en un principio –recurriendo inclusive a estudios
médicos para el efecto[8]-,
el Tribunal del Jurado desconoció llamativamente dicha realidad, sentenciando a
ambos a la pena máxima. Dicha sentencia fue confirmada por el Tribunal Superior
de Justicia, a pesar de las sesudas argumentaciones de uno de sus miembros. En
este punto particular se pueden observar las debilidades del sistema judicial
paraguayo de principios del siglo XX.
Sus representantes se dejaron guiar por la presión popular y mediática, siendo
ya condenados muy de antemano los incriminados. En un breve capítulo, el
cuarto, los autores analizan la edad de Gadin
y concluyen sobre la “ilegalidad
del fusilamiento judicial cometido por el Estado paraguayo” (p.150).
Los padres de Gastón Gadín (Revista Caras y Caretas) |
Con relación a la gran presión popular y mediática sobre
el juicio, los autores desplegaron en su obra una serie notas periodísticas en
las que puede observarse la “mediatización” del juicio. Los periódicos tomaron
partido en el asunto y con descripciones novelescas del lúgubre episodio
reclamaban “el supremo rigor de la ley
para los dos miserables”[9]. En las líneas
periodísticas pueden notarse claramente el pedido de la pena capital para ambos
procesados. Por ello no es de extrañar que una vez conocida la sentencia de
muerte, uno de ellos haya manifestado que “aplaudimos
(…), la eliminación de los miembros gangrenados de la sociedad”[10]. Ante este
escenario, la crítica a la pena capital desde el periodismo de la época era la
excepción. A partir de este estudio realizado en el séptimo capítulo de la obra,
los autores alegan que los “medios de
gran circulación en el país realizaron una abierta campaña en contra de los
procesados” (p.212). El fusilamiento de los reos, detallado en el capítulo
quinto, se convirtió en un verdadero espectáculo público, en el que la sociedad
asuncena “sació” su sed de justicia… ¿o venganza?
Ana Basilia Mayeregger (Rev. Caras y Caretas) |
Para complementar la obra, González y Fernández realizan
en el capítulo sexto una breve reseña sobre la aplicación de la pena de muerte
en Paraguay desde la época colonial hasta principios del siglo XX, en la que
los mismos encontraron ciertas similitudes entre el sistema judicial de la
época francista con el del periodo hispánico. Es de destacar también la descripción
de la aplicación de la pena de muerte por traición a la patria durante la
Guerra Grande. En el último capítulo, el octavo, se realiza un interesante
aporte historiográfico al descartar la idea de que Estado paraguayo había
heredado los bienes de la familia Gadin, afirmando que sí hubo una única
heredera de los mismos.
Gadín y León, momentos antes del fusilamiento (Revista Caras y Caretas) |
En conclusión, la obra presentada por González y
Fernández posee una riqueza informativa que nos invita a seguir hurgando en
este caso particular –y en otros similares- que impactó a la conservadora
sociedad asuncena de principios del siglo XX. Es de aplaudir entonces la
aparición de obras biográficas que trascienden a las figuras políticas, militares
o artísticas. Por esa razón, se resalta nuevamente que Gastón Gadin. El último fusilado es un aporte muy importante para
la historiografía paraguaya; no solamente por los aspectos ya señalados, sino
también porque a través de sus líneas podemos mirar de manera retrospectiva
como buena parte de la sociedad y la prensa asuncenas sostenían la ejemplaridad de la pena de muerte, idea
consideraba ya en ese entonces por sectores más críticos como un absurdo fundamento. Si la Historia ha de
servirnos para la comprensión del presente, también debe ser útil para no
cometer los mismos errores del pasado.
Tiro de gracia al reo Gadín (Revista Caras y Caretas) |
[1] Juan Marcos González García
es abogado por la Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción. Con la
tesis Crisis del presidencialismo en
Paraguay. Un análisis del impeachment obtuvo el título de Máster en
Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales (Universidad de Calabria,
Italia). Tiene otros estudios de postgrado en la Universidad Complutense de
Madrid y en la Universidad de Buenos Aires. Fue premiado con el Primer Premio
en el Concurso Nacional de Ensayos Crónicas
del Bicentenario por su obra El
crimen del Cine Splendid. Stroessner, los nazis y el Paraguay de la década del
60. Es coautor de El Caso Gastón
Gadin. El último fusilamiento judicial en el Paraguay. Por su parte, Atilio Fernández Celauro es también
abogado por la Facultad de Ciencias Jurídicas y Diplomáticas de la Universidad
Católica Nuestra Señora de la Asunción, posee
estudios de postrado en Diplomado en Contrataciones Públicas, Especialización
en Derecho Administrativo (Universidad de Salamanca) y Diplomado Internacional
en Derecho de la Energía, Comercio y Medio Ambiente. Además, en el 2004 fue
Director del Consejo Editor de la Revista Jurídica del Centro de Estudiantes de
Derecho de U.C.A. Fue coautor del libro El Caso Gastón Gadin…escrito con el
profesional citado primeramente.
[2] Como consta en el libro
(p.232), el Proceso Nº 1.117 denominado “Gastón
Gadin y Cipriano León s/ Homicidio en Villa Morra” se halla en la
actualidad expuesto en el Museo de la Justicia del Centro de Documentación y
Archivo para la Defensa de los Derechos Humanos, en el Palacio de Justicia
(Asunción).
[3] Ana Basilia Mayeregger, contaba con 21 años cuando Gastón Gadin ideó el
asesinato de sus padres. Era sobrina de un peón de la quinta: Carlos
Mayeregger. Luego del asesinato fue detenida pero posteriormente liberada al no
encontrarse su culpabilidad en el suceso. (pp.35-36)
[4] En ciertos pasajes de la
obra, se menciona que Gastón Gadin afirmaba que el asesinato de su madre
no estaba en los planes.
[5] Cipriano León, nacido en 1891 en la ciudad de Mbuyapey (Paraguarí). En 1915 entró a trabajar
en la quinta del padre de Gastón Gadin, con quien entabló amistad. En la época
de la ejecución del crimen trabajaba como carnicero y estaba casado con Ventura
Cáceres, con quien tenía una hija. (pp.36-37)
[8] Esta situación llevó al
fiscal acusador a solicitar los treinta años de cárcel para Gastón y la pena
capital para Cipriano León.
[i] Título adaptado de la obra: Yo,
Pierre Rivière, habiendo degollado a mi madre, mi hermana y mi hermano... Un
caso de parricidio del siglo XIX presentado por Michel Foucault. En la misma se realiza un despliegue
documental pormenorizado sobre un triple homicidio cometido por el joven
francés Pierre Rivière el 3 de junio de 1815. La obra había surgido con el
propósito de estudiar las relaciones entre la psiquiatría y la justicia penal.
(*) Jorge Contrera es Licenciado en Historia y Maestrando en Historia del Paraguay por la Facultad de Filosofía de la Universidad Nacional del Este. Es Profesor Asistente de Historia Americana Colonial e Independiente en la misma institución. Además, ejerce la docencia en el Tercer Ciclo y Nivel Medio en el área de Ciencias Sociales. Colaborador ocasional del Correo Semanal de Última Hora, donde ha publicado varios artículos. Es co-editor del libro Resonancias. Pensamiento Latinoamericano.
(**) Este artículo ha sido publicado inicialmente en la Revista Digital Viento Fuerte, cuyo sitio web está actualmente de baja.
*¿Cómo citar esta entrada?
Contrera, Jorge. (2020). "Yo, Gastón Gadin, habiendo planeado el asesinato de mis padres...". Blog Realidad Paraguaya. Recuperado de: https://realidadparaguaya.blogspot.com/2020/01/yo-gaston-gadin-habiendo-planeado-el.html
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