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La Pascua Dolorosa (*)


           
(*) Artículo publicado en el Correo Semanal de Última Hora (03/03/18)

El régimen dictatorial de Alfredo Stroessner sucumbió hace 29 años, pero aún pueden observarse sus vestigios en la sociedad paraguaya pues las amenazas del regreso del autoritarismo se hallan siempre latentes. Por esa razón, urge volver al pasado reciente de nuestro país con el propósito de rescatar del olvido luctuosos hechos que marcaron a sangre la vida de miles de compatriotas. Entre estos sucesos se resalta la llamada Pascua Dolorosa, que recordamos en este escrito, a casi 42 años de aquella tremenda redada represiva del stronismo.
            El contexto histórico
            En 1976 -año de aquel trágico suceso-, Stroessner ya llevaba en el gobierno más de dos décadas y se disponía a ejecutar la enmienda constitucional con el objeto de perpetuarse en el poder, lo que ocurrió al año siguiente. Si bien la represión ha sido una constante durante los 35 años del stronismo,  en la década de los 70 la misma sufrió un recrudecimiento, fenómeno coincidente con el germen de nuevos grupos contestatarios al régimen. La Pascua Dolorosa se halla enmarcada dentro las oleadas represivas ejecutadas en dicho lapso.
            A su vez, en los años 70 se fueron consolidando las Ligas Agrarias Cristianas, que aspiraban a una autonomía social y política, proyecto que no era del agrado del régimen stronista. A propósito, entre las represiones más feroces ejecutadas en dicha década, se halla el ataque a la Colonia Jejuí -ocurrido en febrero de 1975-, que se ha detallado en una entrega anterior.
            OPM
            Según Nickson (2017, p.744), la OPM (Organización Primero de Marzo u Organización Político Militar),  fue un movimiento guerrillero que se había formado a principios de los 70 por “estudiantes radicalizados que buscaban derrocar al régimen de Stroessner”. Alude también que desde 1974 la OPM creció de forma acelerada, reclutando a miembros del Movimiento Independiente en Asunción y a activistas de las Ligas Agrarias Cristianas en las zonas rurales. A principios de 1976, la policía stronista se enteró de su existencia de forma casual, dando inicio a la razia bárbara por parte de los esbirros del régimen.
            El caso Joelito Filártiga. La antesala.
            Un hecho sangriento protagonizado por la policía stronista y que se pretendió presentar como un suceso aislado, fue el asesinato de Joelito Filártiga  ocurrido el 30 de marzo de 1976. La policía torturó salvajemente  y asesinó a Joelito, un muchacho de tan sólo 17 años. El descaro de la policía fue tal que quiso presentar el asesinato como un crimen pasional. Sin embargo, gracias a las evidentes muestras de ensañamiento, su padre, el Dr. Joel Holden Filártiga pudo demostrar –luego de años de lucha- que Joelito fue víctima del terrorismo de Estado. Esta lucha por la justicia dio origen a la película “La guerra de un hombre” (1991), protagonizada por Anthony Hopkins y Rubén Blades.
Caso emblemático: El asesinato de Joelito Filártiga era parte de la represión que alcanzaría a las Ligas. 

            El descubrimiento de la OPM
            Pocos días después del asesinato de Joelito, el 3 de abril de 1976 fue detenido un joven estudiante de nombre Carlos Brañas –domiciliado en Corrientes-; sus pertenencias fueron requisadas y la policía stronista se topó con documentos de la OPM. Señala Milda Rivarola (2014, p.62) que Brañas fue trasladado ese mismo día al Departamento de Investigaciones y que tras horas de tortura, la policía obtuvo datos cruciales sobre la organización, como locales y dirigentes. Esa misma noche atacaron una vivienda en Lambaré en donde fue ultimado Martín Rolón, dirigente de la OPM. Otro asalto se produjo en una vivienda de Asunción, que causó la muerte de Juan Carlos Da Costa, mientras que Guillermina Kanonnikoff y su esposo Mario Schaerer Prono consiguieron escapar. Ambos se refugiaron en un hogar de monjas, pero fueron entregados por el sacerdote Raimundo Roy, quien creía que los detenidos no serían maltratados, según indica Colmán (2014, p.39). Schaerer Prono terminaría muriendo a causa de la tortura. Su cadáver fue entregado a sus familiares el 7 de abril con signos evidentes de brutal tortura; Guillermina, por su parte, permaneció detenida arbitrariamente hasta el 9 de noviembre de 1977.
OPM: La detención y luego el asesinato en tortura de Mario Schaerer extendieron la represión a los asentamientos.

            La dolorosa pascua en Misiones
            Bajo tortura, saltaron los nombres de otros involucrados en la organización en las zonas rurales. Fue así que Pastor Coronel envió al subcomisario y célebre torturador Camilo Almada Morel (alias Sapriza) a reprimir a la pequeña facción campesina de la OPM en la localidad de Misiones (Rivarola, p.63). En la obra Ko`ãga Roñe`ẽta se lee que “un día cualquiera de abril –plena Semana Santa- llegan a nuestras compañías agentes de policía de Asunción (…), quienes (…) empiezan a recorrer casa por casa de cada uno de los integrantes de las Ligas Agrarias y se lo llevan (Telesca, 2014, p.107). En un sitio conocido como Abraham Cue, “Sapriza” abrió un centro de reclusión clandestino, donde fueron a parar centenares de campesinos, acusados de tener relación con la OPM. En total 17 personas fueron ejecutadas, siendo la mayor parte de ellas campesinos apresados en la cárcel de Abraham Cue, alude Alfredo Boccia en su obra El Aparato Represivo (2014, p.55). Describe la historiadora Margarita Durán que “Uno de los campesinos desaparecidos durante la Pascua Dolorosa fue Silvano Flores. El 15 de abril de 1976, en Santa Rosa – Misiones, balearon el rancho donde vivía, esto obligó a sus ocupantes a salir al patio. Una vez fuera, arrastraron a Silvano unos 40 metros y atado a un árbol fue sometido a golpes de culata de fusil y finalmente degollado frente a toda su familia.”
            La represión se extiende
            Si bien la represión se produjo entre el 11 y el 18 de abril, la misma se extendió por varios meses y alcanzó a otros lugares del país. Centenares de compatriotas pisaron las cárceles del país y sufrieron inhumanas torturas.  Algunos eran “liberados” de la cárcel solamente para ser ejecutados en oscuras circunstancias. El asesinato el 12 de enero de 1978 en Asunción de Jorge Zavala, es uno de los elementos que cierra la represión a la OPM, expresa un informe de la Codehupy.
            Consecuencias
            Escribe Alfredo Boccia sobre las consecuencias de esta oleada represiva que: “En muchos aspectos el Paraguay ya no fue el mismo después de esta enorme escalada represiva que dejó al régimen más omnipotente que nunca y a la oposición descreída de la posibilidad de un cambio político a corto plazo” (p.55). La Pascua Dolorosa no fue un hecho aislado, tampoco significó la última represión a las organizaciones campesinas, que aún se daría –por ejemplo- en el Caso Caaguazú, ocurrida en marzo de 1980. Repasar estos hechos resulta necesario para aprender del pasado, conservando así la memoria colectiva.
Fuentes: Diccionario Histórico del Paraguay, de Andrew Nickson; La resistencia armada al stronismo, de Milda Rivarola; La oposición tolerada y la perseguida, de Andrés Colmán; Las Ligas Agrarias Cristianas, de Ignacio Telesca; El aparato represivo, de Alfredo Boccia.


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