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La fundación de los partidos políticos. Contexto histórico.

 

         

Caballero pidiendo a Escobar «votos para triunfar» en las elecciones del 13 de febrero de 1886. (EL LÁTIGO, 13 febrero 1886)

***

     La convocatoria a elecciones de nuevos representantes se produjo el 9 de diciembre de 1886 y debían llevarse a cabo en febrero del año siguiente. Este hecho evidenció la rivalidad política ya existente en aquellos años y que “se volvió más intensa en vísperas de las elecciones para representantes del Congreso de febrero de 1887” (Warren, 2010, p. 121). Para dichas elecciones, el oficialismo presentó las candidaturas de Bernardino Caballero y Claudio Gorostiaga, para senador y diputado, respectivamente; la oposición presentó las de Esteban Gorostiaga y Antonio Taboada, para los cargos señalados; esta presentación se produjo el 16 de diciembre de 1886 (Warren, 2010, pp. 121-122).

            Ambas agrupaciones prepararon sus respectivos pertrechos para la elección del 13 de febrero de 1887, que terminó siendo más fraudulenta de lo acostumbrado, conforme aprecia Warren. Dice este historiador que en la ciudad de Villarrica, “tropas y civiles armados del caballerismo impidieron que sus adversarios se inscribieran. Finalmente, la elección se postergó porque el juez de paz que debía dirigirla se escondió prudentemente” (Warren, 2010, p. 122). Para Freire (1996, p. 249), dicha “desaparición del Juez de Paz local en el momento preciso, [fue un] (…) medio de desbaratar un triunfo descartado de los candidatos opositores”.  

            Según las apreciaciones de Gómez Florentín, “aunque las elecciones de la época del caballerismo estuvieron a menudo fraguadas en corrupción, en este caso el fraude adquirió ribetes de violencia mayores de lo usual” (2010, p. 106).

Las tropas del gobierno, con la ayuda de civiles armados pertenecientes al grupo caballerista, no permitieron la inscripción de los electores del sector de Taboada. La elección además se tuvo que suspender debido a la ausencia del juez de paz regional en el día de la votación. (Gómez, 2010, p. 106)

            Para Warren, antes de las elecciones de febrero “ninguno de los dos grupos tenía una organización formal, algo que cambió rápidamente después de la particularmente violenta elección de Villarrica, que se pospuso hasta el 22 de junio de 1887[1]” (2010, p. 124).

            No obstante, relata Freire que “el P.E. había montado la máquina de fraude y de la violencia, en todos los distritos departamentales e impartido disposiciones militares sin disimulo alguno para hacer triunfar, a sangre y fuego, la fórmula oficialista” (1996, p. 249).

Gorostiaga y los amigos de Taboada, sin arredrarse de ello, resuelven desafiar la coacción del gobierno, y lejos de retirar sus candidaturas, ante las amenazas de que eran objeto, se presentan al frente de sus huestes en los comicios cercados de bayonetas adversas. (Freire, 1996, p. 249)

            El día de las elecciones, los ánimos de ambos sectores políticos estaban caldeados en Villarrica, que “estaba convertida en un campo de batalla, bajo los acantonamientos armados de las fuerzas gubernistas (…) y los grupos de la oposición, puestos por su parte a la defensiva” (Freire, 1996, p. 249). Añade el mencionado historiador que ante la inminente victoria de los candidatos de la oposición:

El oficialismo, en el curso de la elección, tuvo que salir de los procedimientos simulados e irrumpir sobre los independientes. Una provocación intencional de sus filas, origina la revuelta y sus efectos deseados: la dispersión, a tiros de remingtons [sic], de los bandos adversos, que contaban con una inmensa mayoría. (Freire, 1996, p. 249)

            La jornada electoral llegó a su fin en Villarrica con un combate sangriento, que dejó “varios muertos, numerosos heridos, entre quienes se citaban conocidos y prestigiosos ciudadanos del departamento” (Freire, 1996, p. 250). También fueron apresados los principales cabecillas de la oposición y remitidos hasta Asunción (Freire, 1996, p. 250). 

            Detalla Warren que “muchos liberales fueron arrestados y luego obligados a ir a Paraguarí a caballo o tomar el tren para Asunción, donde los colorados habían decidido mandarlos presos. Cuando el tren se detuvo en Luque, multitudes llenaron los vagones con flores” (2010, p. 124). Sobre el punto, explica Freire que “a la sola noticia del apresamiento del candidato Gorostiaga y de los principales protagonistas del 12 de junio[2], la conciencia pública de Asunción se manifestó a favor de los presos, en diversas protestas de solidaridad” (1996, p. 250).

            Si bien las elecciones no pudieron culminarse a raíz de los desórdenes desatados en Villarrica, relata Freire que “los candidatos oficiales del 12 de junio salieron ungidos por la elección” (1996, p. 254). Por su parte, los presos fueron puestos en libertad al poco tiempo debido a la presión ejercida sobre Escobar y Caballero y los “indignados liberales se prepararon para convertirse en un partido organizado” (Warren, 2010, p. 124). Escribe Freire que “desde aquel momento, el proceso de formación del Partido Liberal se precipita” (1996, p. 250).  Añade el susodicho historiador que “excarcelados los presos políticos el 23 de junio, la idea de fundar el partido se abre paso, cunde entre los espíritus predispuestos, y las filas constitutivas de los primeros fundadores estaban listas al finalizar el mes” (Freire, 1996, pp. 250-251).

            Sobre las reuniones constitutivas del futuro Partido Liberal, afirma Warren que:

Antonio Taboada invitó a cuarenta amigos a reunirse en su casa de Asunción el 2 de julio. Aquel grupo organizó una posterior reunión más numerosa: el 10 de julio, 134 liberales se reunieron y organizaron el Centro Democrático, nombre oficial del Partido Liberal hasta 1894. (2010, p. 124)

            Días más tarde, el 24 de julio se realizó otra asamblea con el propósito de aprobar la declaración de principios y los estatutos partidarios, además de elegir a las primeras autoridades del nuevo partido político. Fueron electas como principales autoridades las siguientes personas: Antonio Taboada (Presidente), Pedro V. Gill (Vicepresidente), José de la Cruz Ayala (Secretario), Fabio Queirolo (Prosecretario), Bernardo Dávalos (Tesorero), y como vocales Cirilo Solalinde, Mateo Collar, Ildefonso Benegas, Cecilio Báez, José Z. Caminos, Juan A. Aponte, Víctor M. Soler, Francisco Soteras, Antonio Zayas, Avelino Garcete, Felipe Torrents, José J. Goiburú e Ignacio Ibarra (Freire, 1996, p. 253)[3]. 

            La formación de un partido político opositor ante las mismas narices del gobierno, causó revuelos en su círculo. Por consiguiente, “como asustados por los fantasmas del pasado, los líderes colorados se apresuraron a fundar su partido. (…) Varios colorados (…) se reunieron en la casa del general Caballero el 25 de agosto de 1887” (Warren, 2010, p. 125). Explica al respecto Freire que “llevóse a cabo, el día 25 de agosto[4], una reunión que tuvo por objeto la constitución del Club político oficialista” (1996, p. 256). Esta Asamblea resolvió constituir un Club denominado Asociación Nacional Republicana y también designó una Comisión Provisoria que se encargaría de redactar el programa y el estatuto de la asociación, y realizar los trabajos de propaganda. Los miembros de dicha comisión fueron: Bernardino Caballero, Higinio Uriarte, José S. Decoud, Juan G. González, Juan C. Centurión, Remigio Mazó, Esteban Rojas, Miguel Alfaro, Guillermo de los Ríos, Héctor Carvallo, Zacarías Samaniego, Jaime Peña y otros. (Freire, 1996, pp. 256-257). La presidencia y la secretaría provisorias recayeron sobre Bernardino Caballero y Juan Gualberto González, respectivamente (Freire, 1996, p. 257).

            Según Warren, luego de esta primera reunión, “un comité presidido por Decoud y Centurión redactó el ideario del partido, firmado por unos doscientos hombres en la segunda reunión efectuada el 2 de septiembre” (2010, p. 125). Añade que “la ceremonia de fundación oficial se realizó en el Teatro Olimpo de Asunción el 11 de septiembre; todo simpatizante fue invitado. Caballero, naturalmente, fue elegido presidente por unanimidad” (2010, p. 126). De este modo, concluye Freire, se iniciaba la lucha del partidismo; “cada bando adoptó una divisa: los liberales el color azul y los colorados o republicanos, el rojo” (1996, p. 257). A su vez, afirma Gómez que “con esto se formalizó un sistema político que con el tiempo canalizaría la participación política homogeneizando los cambiantes grupos políticos que existieron con anterioridad” (2010, p. 107).

*Fuente: Contrera, J. (2020). El caballerismo desde la prensa escrita opositora. Visión del periódico El Látigo sobre la realidad nacional paraguaya (1885-1889). Tesis de Maestría (Fragmento).

[1] Las elecciones en realidad se realizaron el domingo 12 de junio de 1887, la fecha dada por el autor (22 de junio) era poco factible para las elecciones, pues había caído un jueves. (Nota del autor)

[2] Freire da dicha fecha como el día de las elecciones en Villarrica, hecho que efectivamente fue así. (Nota del autor)

[3] Las actas de fundación del Centro Democrático pueden leerse in extenso en Freire (1996, pp. 251-253)

[4] El acta de la asamblea del 25 de agosto de 1887 puede ser leída in extenso en Freire (1996, pp. 256-257).

*¿Cómo citar esta entrada?

Contrera, Jorge. (2022). La fundación de los partidos políticos en Paraguay. Blog Realidad Paraguaya. Recuperado de: https://realidadparaguaya.blogspot.com/2022/09/la-fundacion-de-los-partidos-politicos.html

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