La comunidad Mbyá de Puerto Bertoni está ubicada dentro del predio del Monumento Científico Moisés Bertoni, en el distrito de Presidente Franco, a unos 26 kilómetros de Ciudad del Este y actualmente cuenta con 10 familias que totalizan unas 70 personas aproximadamente.
La comunidad de Puerto Bertoni es una como muchas otras sociedades mbyá, que luchan por preservar su propia cultura (el mbyareko) y para recuperar lo que les pertenece: su tekoha, enfrentándose a montón de situaciones adversas; principalmente la carencia de tierras propias que les asegure una vida digna y segura.
La existencia de esta comunidad se relaciona directamente con la presencia del científico Moisés Santiago Bertoni en esta zona, ya que la misma fue fundada por los descendientes de los mbyá que trabajaban como obreros para el sabio suizo. Cuando Moisés Bertoni llegó a la zona en el año 1888 y en medio de muchas penurias y privaciones se estableció en la selva virgen, comenzó a estudiar la naturaleza y a entrar en contacto con los indígenas mbyá, que habitaban sobre los ríos Monday y Acaray; estos antiguos pobladores, si bien no dejaron de relacionarse con sus tekoha de origen, se asentaron en los bosques cercanos a la casa de Bertoni, formando así una nueva comunidad, pero arraigada al mbyareko de los nativos que vivían cerca de los ríos.
Sin embargo, la formación de esta nueva comunidad, cuyos miembros trabajaban como peones al sabio, no se dio por la simple voluntad de los nativos ni fue un contacto que los mismos buscaron, más bien fue una relación de conveniencia ya que por ese entonces comenzaba la intensificación de la explotación de la madera, de la yerba mate y del palmito del bosque alto paranaense por parte de los paraguayos y extranjeros, hechos que no sólo pusieron en situación de grave peligro a los mbyá, sino también a los demás pueblos nativos que habitaban esta zona, como los Aché y los Avá, quienes casi llegaron a desaparecer. Pero, por más que no hayan desaparecido como individuos, tales acontecimientos significaron el fin de la vida aislada y apartada en los bosques, el fin de la vida que defendieron por varios siglos armas en manos.
Cuando la explotación se intensificó, muchos Mbyá abandonaron la zona y pasaron al otro lado del Paraná, en el territorio argentino y quienes decidieron quedarse en sus ancestrales tierras a enfrentar los nuevos contactos, tuvieron que aceptar un modo de vida muy diferente a la que llevaban en sus antiguos tekoha.
Entre los cambios que tuvieron que aceptar se puede mencionar el trabajo asalariado para los patrones blancos, entre los cuales estaba Bertoni, la razón de la misma, como ya se señaló más arriba era la búsqueda de la protección del sabio suizo ante la fuerte y masiva penetración de las empresas yerbateras a su territorio. De esa manera, Bertoni los resguardaba de los demás blancos y ellos trabajaban en sus chacras y les proporcionaban algunas informaciones que él necesitaba para sus estudios.
Sin embargo, esa seguridad que proporcionaba la relación de patrón-peón terminó hace décadas para los mbyá de Puerto Bertoni, desde la muerte del científico, los demás patrones no cumplieron con lo prometido y desde la década de 1960, cuando se produjo la colonización de los bosques del Alto Paraná, los patrones vendieron los bosques a otras personas, con los nativos adentro, sin ningún interés por la suerte que iban a correr los mismos.Fuente: Trabajo de investigación realizado por Jorge Contrera y Yován Ponte. 2011.
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